El día 21 de septiembre, pese a que sería el 23 a las 5 de la madrugada cuando en realidad atravesaríamos el momento equidistante entre la duración del día y de la noche, procedimos a realizar la toma de datos de la sombra del gnomon que sobre el tablero, provocaba la luz del sol.
Comprobamos que la vertical que proyectaba la dirección sur norte, (brújula) mantenía un ángulo recto con la horizontalidad del tablero, y que este tablero permanecía horizontal al suelo (nivel), para no afectar al ángulo de la sombra del gnomon, de ahí que dispusiéramos del nivel y de la brújula.
Lo demás, la cinta métrica, un rotulador y un cronómetro. ¡y un clima de buen rollo!
Nos dimos cuenta que a las 12 hora local resultaba ser las 10 hora solar, por lo cual llevamos dos horas de adelanto. En realidad a las 14:00 h local resultaba ser exactamente el mediodía. ¡pues bueno, un dato curioso para los muy estrictos!
Después de esta actividad, guardamos los datos.
Después de esta actividad, guardamos los datos.
Nuestro propósito es poder volver a realizar otra toma de datos el próximo 21 de diciembre, cuando el solsticio de invierno, y así poder comparar los resultados; previo establecimiento de las mismas condiciones de direccionalidad y horizontalidad. Esperamos que en esa fecha gocemos de un día, o al menos momentos, soleado.
Se pretende de este modo provocar preguntas sobre los aconteceres cotidianos: ¿Si reproducimos exactamente los mismo criterios de registro, los cambios que observemos deberán ser atribuidos a …?
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